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La Logosofía

Sigo pensando que la principal tarea que tenemos los que de alguna forma ejercemos la docencia consiste en dar las herramientas y si es posible el empujón para que cada persona sea capaz de tomar el rumbo de su vida, con todo lo que eso comporta de visión y esfuerzo por parte de cada uno, a menudo nos empeñamos en “llenar” de conocimientos a nuestros alumnos , obviando cuál es su objetivo vital  y que sea feliz mientras lo está realizando.

En los años 30, el pensador Bernardo Gonzalez Pecotche, hablaba de la logosofía , algo muy simple y que consiste en la obligación de conocernos los suficiente para decidir el destino de nuestra vida, algo tan obvio como infrecuente.

Millones de personas trabajan en nuestro mundo próximo sin saber porque se levantan por la mañana para hacer alguna tarea, está claro que les lleva una inercia, una rutina o un sinfín de obligaciones heredadas o construidas, familia, hijos, hipotecas, ocio o necesidades, pero es triste ver como se sienten “empujados” en proyectos que no les van, a menudo porque no saben y otras muchas veces porque no les interesan, ni están preparados para ello y las consecuencias son terribles para el resto de la sociedad.

Es un problema sobre el que he reflexionado muchísimo en los últimos 20 años coincidiendo con la expansión de la era digital y me preocupa no tanto, por los millones de empleos que van a desparecer a cambio de la robótica, ya que eso es inevitable, aunque sin duda se crearán nuevas oportunidades, como ocurriera en las tres revoluciones industriales anteriores, pero el problema real es que la falta de decisión sobre los proyectos vitales personales, no sólo van a condicionar la vida de los individuos, sino a la propia comunidad, no vamos a construir un mundo mejor  con gente desmotivada, que no sabe que hacer con su vida y fácilmente manipula bles por el marketing y la economía.

La única solución frente a esto sería anticiparse y focal izar las consecuencias de este desastre anticipado, no quiero ser peyorativo, pero sólo se me ocurre empezar por la educación, porqué es el único camino como en todo, para cambiar las cosas. Se repite que en el mundo de la empresa falta talento, pero las organizaciones están formadas por las mismas personas que están en la calle y “talento” existe, aunque está mal gestionado desde el principio porqué a  casi nadie se le ocurrió preguntar a un niño que se está formando, como desea que sea su vida de adulto, nadie, o muy pocos educadores, observan, analizan, preguntan y acompañan al menos hasta el paso siguiente a la pubertad ayudándolas a descubrir sus auténticas competencias profesionales.

Es cierto que el mundo no funciona de forma deseable y todos vivimos el futuro con cierta preocupación por el clima, las guerras, el hiper-consumo y la falta de valores, es verdad que en nombre del consumo, el marketing y la codicia, la humanidad parece desnaturalizarse, pero las personas somos la esperanza siempre que seamos capaces de crear sistemas educativos, leyes, organizaciones que encarnen un conducta ética y ésta decisión amiga/amigo mío depende de cada uno de nosotr@s y ¿sabeis porqué? Pues porque en el fondo mi generación, los baby boom y la siguiente hemos construido y/o permitido el mundo que tenemos hoy y si no nos gusta siempre podemos cambiarlo, pero para ello como propone mi amigo y colega  Javier Martinez , hay que reflexionar con mirada crítica, sistematizar y transformar los malos hábitos y sobre todo compartir.

 

Un “pin” para la democracia

Pues sí,  ya se acabaron las fiestas de navidad, la verdad es que la  feliz expectativa del principio queda superada por el alivio cuando finalizan y volvemos a las rutinas, normalmente con la “panza” más llena y el bolsillo mas vacío y de propina este año, gobierno nuevo y vaya gobierno, completando dos equipos de fútbol , con cuatro árbitros  (vicepresidentes) y un “campeón” eso sí , el Sr. Sanchez ya tiene su coro  para todos los martes y ahora….. a trabajar!

La verdad es que van muy atrasados, presupuestos, leyes nuevas, fiscalía y la guinda del “PIN Parental” que mono, no?, éste es el tema del día, aunque a mí no me sorprende que se sojuzgue la democracia, porque nunca estuve seguro de que existiera, sobre todo, a la vista del civismo, el respeto a la libertad del otro y los inacabables agravios económicos, que van desde las pensiones a políticos, puertas giratorias incluidas, inversiones en comunidades  y más.

Me interesa especialmente el tema del PIN , porque trata de la educación y tiene su miga, ya que se trata de que sean los padres, quienes fiscalicen las materias que comprenden la educación escolar de sus hijos, cosa que me parece muy bien si ellos se ocupan también de crear un curriculum de todas las materias  que comprenden  cada curso de educación primaria y secundaria y además, incluyan la didáctica que tiene que aplicar, sistema de evaluaciones  y claro está, hagan el seguimiento del día a día de la vida escolar de sus hijos y mejor aún si les cocinan y llevan la comida y el menú al centro escolar, de paso, también pueden exigirles que piensen como ellos y por tanto, cursen el tipo de grado profesional o universitario que  les guste a los padres, así pueden justificar sus propias frustraciones y de paso a lo mejor pueden hasta soñar por ellos.

Esto sí, sin preguntarle nunca nada al niño, ¿para que? si se piensa que los hijos son una “propiedad” de sus progenitores, ya que la Declaración de Derechos Humanos, el artículo 27 de la Constitución o  la Ley de Educación, son simplezas que no sirven para nada, en fin , que queréis que os diga , si a un pedagogo, profesor, catedrático, que dedica  su vida a inspirar y acompañar a la gente para que descubra su propio talento y aprenda, le negamos su capacidad, competencia  y autonomía para diseñar lo que es más idóneo en esta sociedad y en el mundo en que va a vivir.

Parece ser que lo que alega esta gente que propone lo contrario, es algo relacionado con el “adoctrinamiento”, muy bien , pues yo pienso que si a los niños los educamos  y formamos en valores, sentido común y un programa que incluya  todas las materias desde una perspectiva humanista, podemos  tener una generación de jóvenes más cultos, ya que la cultura es lo que permite analizar y saber tomar decisiones  y  en éso precisamente  consiste la democracia, y lo contrario, o sea, cuando se limita esta capacidad a un niño y se decide por ellos, ésto supone el “adoctrinamiento” que dicen evitar, pues estos mismos padres, a menudo muy ocupados en su ocio, no impiden que sus hijos vean basura en la Tele, se enganchen a la tablet o se dejen manipular por el marketing, para ser carne de consumo en el futuro.

Pero  sabéis lo que os digo? Que un servidor sigue aspirando a conseguir una sociedad lo suficientemente preparada y libre para poder tomar sus propias decisiones,  y sigo creyendo como afirmamos los cristianos que “sólo la verdad te hace libre”.

 

 

La magia de la educación

No sé si hablar de educación, de formación  o de masters,  de lo último creo que no, aunque por mi experiencia  sé de que va, pero quédaos  con un lema que juro no he copiado a nadie, al menos conscientemente y que  a menudo les digo a  mis alumnos : “el mejor master es la calle” , pues claro, es el learning by doing y no hay más , se aprende haciendo, lo demás es teoría que sirve para inspirar pero después hay que saber aplicarla de forma competente.

Bueno una cosa más, los políticos son políticos y no quiero ser prosáico pero en un país en el que cualquiera puede serlo entendido desde la forma más perversa, pues al final , vemos estos espectáculos tan oníricos  que poco tienen que ver con la realidad de la gente, pues a los ciudadanos les importa poco el curriculum y los masters, lo único que quieren es que se tomen decisiones para mejorar colegios, sanidad y justicia social, las guerras entre partidos ni las entienden, ni las comparten ni las quieren, porque tampoco  se las creen.

Yo voy a lo mío, o sea las empresas y que son las “victimas” de un sistema educativo  que lleva demasiados años  bajo sospecha  y que en el fondo no levanta cabeza, no hace falta ser muy listo , para darse cuenta que toda esta ligereza con la que se trata el tema de los “masters” en el fondo oculta una realidad, que no es otra que la educación o sea “ ética, valores y carácter” y un par de cosas más , “envidia” necesidad e superar la realidad propia con méritos de papel y otra más importante “pereza” otro de nuestros pecados de raza, cuando se plagia, se copia, se descuidan obligaciones, sólo se debe a la pereza ¿O no?

A menudo me he referido a la crisis de liderazgo que sufrimos en todos los niveles, a la necesidad que tienen las empresas de conseguir talento, personas con espíritu emprendedor, capaces de tomar decisiones, de inspirar de acompañar a otros y por favor, que sean honestas. Sin duda este enorme “gap” que sufren la mayoría de empresas no se resuelve en un dia, sino que forma parte de un proceso que puede promover un cambio en la sociedad y no es otro que la educación.

Como jurista, sé perfectamente que no se puede juzgar otra  verdad  que los hechos probados y  por tanto los profesionales que recibimos en las empresas no son otra cosa que el resultado de una experiencia personal y humana , por tanto el fruto de una educación y en este país , en mi opinión , de forma poco acertada , existe un exceso de “paternalismo” en todos los ámbitos que van desde la familia  a la escuela y a menudo la administración, hablo de esos valores con los que se educó mi generación que van desde el respeto, la comunicación, el esfuerzo, la meritocracia y porque no, de generosidad, desgraciadamente nada tiene que ver con lo que vemos en la calle, el ejemplo por muy retórico que sea es que no se respetan ni abuelos, ni padres, nadie escucha más allá que su smartphone, la forma de conocerse es el facebok o Instagram, no hay que esforzarse mucho para pasar de curso o hacer un erasmus, becas para todo el mundo, poco control en subvenciones y los masters superan el curriculum, en vez de ser al revés, o sea nada que ver con un modelo en que se premie el talento y el trabajo , por eso la gente a menudo no aspira más allá de mantener sus mínimos y su mediocridad.

Claro que es mejor predicar que dar trigo, pero por desgracia los que publicamos opinión, no podemos hacer otra cosa, aunque yo tengo la fortuna, de poder seguir ejerciendo cierta actividad docente y trato de actuar en consecuencia con lo que pienso con la esperanza de que exponiendo mi verdad me sienta un poco más libre.

Y si aprendieras un oficio?

Estamos hartos de escuchar que las cosas están mal, que si los gobernantes no cumplen, que las leyes no sirven, que el paro sigue, que parece que no hay trabajo para todos y que siguen los agravios a seniors y mujeres, pues sí, estas cosas pasan y todos tenemos nuestra verdad, pero en economía, debemos centrarnos en la creación de riqueza con el esfuerzo y el trabajo individual y seguir.

Se está diciendo por ahí, que la generación actual de jóvenes, está destinada a vivir peor que sus padres y se dan muchos argumentos, aunque todos convergen en una clave que no es otra que la educación, pues al final somos la consecuencia de lo que hemos aprendido y desarrollado; como el carácter y  valores tienen que ver con lo que hemos “mamado” en casa, en la escuela, en la calle y naturalmente en los medios.

Los docentes decimos que no es lo mismo enseñar que aprender y por igual razón, ni el hábito hace al monje, ni la titulación hace al maestro, una cosa será cumplir un ciclo académico y otra ser apto o competente para poner en práctica lo que se supone has aprendido y el fin último consiste en llegar a ser feliz, que en el trabajo equivale a una de mis máximas: hacer aquellas cosas que más te gusten, si es posible mejorando la sociedad y que te paguen por hacerlo.

Para estos jóvenes que os negais a aceptar una vida mediocre y aspiráis a construir un futuro que cumpla vuestras expectativas, pienso que debéis planearos “buscarse la vida”, partiendo de dos premisas, conocerte lo suficiente para saber en que eres bueno y atreverte a hacerlo lo mejor posible y esto equivale a saber el oficio porque si eres bueno te contratarán antes.

Una observación del entorno, nos permite darnos cuenta de lo que se oculta detrás de aquellas cosas que no funcionan, por ejemplo, la clase política tiene poco oficio, porque no nadie le pidió una acreditación académica para dedicarse a eso y en la educación, sobra la rutina,  porque ha llegado el tsunami de la innovación y debemos cambiar el chip y los responsables de centros educativos deben adaptar su marco mental, explorando nuevas formas de enseñar, y el profesor deberá acompañar a alumno en un proceso educativo, que funcionará con equipos , la familia deberá implicarse, rechazar hábitos perversos como el uso permanente de smarts, en la vida doméstica, seguir métodos con el objetivo de que se pueda convivir mejor y aprender de verdad un oficio, porque lo que asegura el futuro, es el talento, olvidaos de carreras -que valen para todo-, siempre es mejor un buen ciclo profesional, porque lo único que te garantiza un buen salario, no es el título, sino lo que sabes hacer.

Es verdad que vivimos tiempos líquidos, de cambio permanente, en un mundo global para todo lo bueno y lo malo, ya que la constante estimulación mediática, no deja tiempo para pensar, pero tenemos que recuperar la fuerza del individualismo, del conocimiento personal, y de los valores, con la mejor actitud, porqué el reto no debe ser competir con robots, sino humanizar de verdad la tecnología para que esté a nuestro servicio y no al revés.

Sin duda, la robotización tendrá un papel importante en la producción de este futuro apasionante, pero sólo sustituirá aquellos trabajos rutinarios, previsibles y con relativo valor añadido, pues no tienen la genialidad humana, la capacidad de improvisar, de desaprender , de adaptarse y obviamente no pueden emocionarse, entonces no perdamos de vista  que en nuestra vida sólo fijamos aquellos recuerdos, aquellos momentos o palabras compartidas, que tenían detrás una emoción, porque el alma, jamás puede clonarse.

 

Cuidado-con-el-Populismo

 

No tengo ninguna duda y creo que  vosotros  tampoco,  que el sueño de todo político  consiste en saber lo que de verdad desea la gente, pero no  para atender sus necesidades reales, sino  para asegurarse el voto  que pudiera garantizarles el poder otros cuatro años y dicha esta  obviedad sólo faltaría descubrir el grado de influencia entre lo que ocurre en la calle y lo que pasa en el tejido empresarial.

Hoy no toca hablar de liderazgo, simplemente porqué brilla por su ausencia en todos los niveles y si se mantiene de alguna forma en el  mundo empresarial, es por esta avidez de capital que mueve a las empresas del  IBEX y otras, que acostumbran a tener unos objetivos y unos  procesos tan bien definidos que simplemente caminan solas siempre y cuando no les falten los recursos.

Pero si nos referimos al liderazgo que deviene en populismo  ,sabemos que el auténtico liderazgo hay que buscarlo en la calle, entre las familias y sobre todo pertenece a las mujeres, lástima que se les siga poniendo tantos “ palos en las ruedas “ a la hora de acceder a puestos de decisión, no se han enterado que todas “estas” competencias femeninas, como la multitarea, conciliación , visión global , intuición, comunicación y más en este momento son más que necesarias en el tejido empresarial.

También, me preocupa lo que está pasando en las elecciones de  media Europa y especialmente en Francia, pues muchos millones de personas, con sentido común, maduras y con experiencia democrática, están pidiendo una revolución en el sistema, como ya pasó en USA y no estamos hablando de Bolivia ó del chavismo venezolano, sino de estados con tradición liberal y de economía de mercado, cuyos objetivos políticos, van hacia la intolerancia o la discriminación, con la excusa de gobernar según los deseos del pueblo.

Naturalmente entre los sociólogos hay opiniones para todo, que si el envejecimiento de los antiguos partidos, el cansancio del ciudadano, promesas incumplidas etc. Y en las empresas ¿que está pasando? Pues aquí, simplemente se pilla un ERE y se jubila talento, mientras se sigue hablando de lo bueno de la retención de talento, de innovación, de digitalización y de ventajas sociales, pero cada vez se precariza más el empleo, los salarios base son penosos, la inmigración cubre aquellas oportunidades laborales  que los trabajadores locales rechazan y gran parte de los jóvenes están desencantados y esto también es intolerancia y la peor es que se trata a la gente como una unidad de coste.

Claro que tenemos un mal sistema educativo, nada racional, poco práctico y desnudo de sentido común, pero ¿Qué pasa con la educación desde la familia?, porque nos han metido el gol del “poco esfuerzo” para conseguir cosas y cada reforma va a peor , no se han enterado que el problema no está en lo que se enseña, sino en como se aprende y la consecuencia no es otra que : a menos educación, menor criterio y más desmotivación y al final el desencanto nos empuja a buscar nuevas propuestas políticas  que den algo de esperanza.

Lo bueno y lo malo de todo eso , es que en un país que vive constantemente de la improvisación, al final y si nadie se vuelve loco, seguiremos adelante, esto sí, arrastrando los problemas de siempre porque nadie se atreve, el tema es como llegaremos al futuro, una parte seguirá quejándose sin mover un dedo , pero otros puede que nos apuntemos a fórmulas que tiene que ver con hacer cosas, con compartirlas, con regalar algunas experiencias, por si sirvieran de algo,  a veces hasta  el placer de regalar lo que hemos aprendido , al menos a mí, ya me hace un poco más feliz.

Un-viaje-a-ninguna-parte

Para Viktor Frankl, autor de una de las obras más imprescindibles, parece imposible vivir la vida sin un sentido, para llenar este vacío existencial, con ésta pasión real o imaginaria, que nos levanta de la cama  con cierta ilusión, la historia de la evolución está llena de capítulos protagonizados por personas, que se asomaban al horizonte de la vida , a veces sin contenido pero con algún sueño persegible y lo intentaron y muchos hasta lo consiguieron.

Lo más paradógico es que hoy, en el siglo digital, somos tan vulnerables que tememos que los robots nos quiten nuestro trabajo, muchas personas, esperan encontrar empleo, pero a menudo, ni siquiera lo buscan, ofrecen como único bagaje cierta formación teórica, posiblemente universitaria  pero no tienen la esperanza de su empleabilidad. De nada han servido los precedentes de más de 30 años transcurridos, desde que formamos parte de la UE, porque siempre acabamos superando en 10 hasta 15 puntos  la media europea del paro, es como intentar llenar un botijo de medio litro de capacidad, con un litro de agua, sin que se derrame.

La cuestión es que no aprendemos ni siquiera de los errores, nadie parece haberse dado cuenta que hay que hacer una reforma integral del sistema educativo, o sea desde las guarderías hasta el doctorado o la investigación, los profesores deben ser tutores, el teletrabajo y la formación dual, deben priorizarse sobre la escuela, que debe ser un espacio para compartir, debatir, hacer deberes y comunicarse, nadie ha querido reconocer, porque no es presentable políticamente, que en el mundo de la empresa y en la escuela, hay que priorizar la meritocracia, mejor un buen profesional de oficio, feliz y  con autoestima, que un  universitario mediocre, frustado, infeliz e incapaz de aportar valor añadido a su trabajo.

Lo malo de todo ésto, es que además este país, está viejo, no sólo de ideas, sino de habitantes, pues por una parte, trabajan menos de 3 personas por cada jubilado y además las “pobres” aportaciones de cuotas a la SS, de jóvenes con menos de mil euros de salario, romperán la hucha  de los fondos y lo peor es que está desarrollándose una mentalidad de inserso también en esta juventud recién iniciada laboralmente, puesto que están sobreprotegidos, piensan demasiado en los subsidios, en prolongar la dependencia familiar y en trabajar las menos horas posibles, si a todo ello, sumamos las escasas vocaciones emprendedoras, el panorama se ensombrece notablemente.

Antes decíamos a los jóvenes con optimismo y también con nostalgia que“ el futuro es vuestro”, ahora nos preguntamos, en qué consistirá este futuro si las nuevas tecnologías viajan tan rápido  sin tiempo a ser digeridas; sabemos que muchos empleos desaparecerán y saldrán otros sin duda, pero algo debería cambiar en las próximas generaciones, para que puedan disfrutar con dignidad  de los más de 100 años que vivirán los que sobrevivan a este siglo; puesto que el mundo, desde la globalización se ha quedado pequeño, yo les aconsejaría que se atrevan a viajar por el interior de su conciencia y que razonen sobre otras ideas mejores que las nuestras, porqué obviamente y a la vista está el resultado de las generaciones que arrancamos a mediados del siglo pasado, les estamos dejando un mundo muy mediocre en valores, en solidaridad y sobretodo en ecología, consumiendo mucho más de lo que necesitamos a base de cargarnos el planeta , evidenciando que tanta tecnología no nos ha hecho mejores, ni más felices, quizás podamos ir más lejos, pero sin la certeza de que vayamos a alguna parte.

Donde están los valores?

Está claro que el sistema no funciona y no voy a descubrirlo ahora, pues todos sabemos las causas y por mucho que nos escondamos,, todos tenemos una parte de culpa o de responsabilidad, como nos gusta decir a los juristas.

Estamos construyendo un mundo tan mediocre como nosotros, empezando con todo eso de la sobreprotección generacional , que no es otra cosa que evitar que nadie destaque por encima de otro y se atreva a llamarnos inútiles a todos los que formamos parte de estas  dos últimas generaciones . Seguro que algo tienen que ver las Instituciones y los políticos. Sí claro, pero quien los elige? Quien se quejaba en el 2007 cuando sobraban empleos y le pagábamos a un universitario sin experiencia y con un titulín más de 20.000 euros al año y encima si vivía en casa , se le dejaba el sueldo íntegro para que se comprara un buen coche a plazos y lo “reventara” en caprichos electrónicos o chucherías que no necesitaba.

Claro que después ,solo sobrevivieron algunas Pymes valientes  y las empresas sufrieron mucho especialmente las que generan poco Valor añadido y  poco Pib como las inmobiliarias, que se fueron al traste está claro en su mayoría porqué no eran rentables ni productivas, vivian de los contratos y de la burbuja y se vilipendiaron gran parte de los fondos que deberían mejorar estructuras y mejorar la “cultura” del país,  pero se gastó en polideportivos, parques y mucho despilfarro  suntuario, pero la peor consecuencia, ha sido la pérdida de una generación que desconoce lo que significa  el riesgo, ni la meritocracia y mucho menos el espíritu emprendedor , por eso casi nadie quiere ser empresario, ni tampoco comercial, porqué son jóvenes asustados, que vivieron en una burbuja, vulnerables por tener que presentarse solos, no saben convencer a otros, porqué ni siquiera tienen confianza en sí mismos.

Ya se sabe que lo que no cambias con la educación , no lo cambias con nada y el resultado es que hoy tenemos una gran parte de las personas que están empleados, que incluso desconocen su propio talento y su potencial, los espabilados se fueron al extranjero a desarrollar estos conocimientos que encima les pagamos entre todos y los menos que quedan, se los disputa el mercado, en general se ha reducido la investigación, en la misma medida que ha aumentado la tecnificación y la virtualización, sustituímos tecnología por conocimiento , olvidando que cuando la base es mediocre la técnica lo hace peor.

Hoy el mercado, pide gente con conocimientos, talento, actitud y compromiso  y a cambio tiene muchos universitarios con cierta formación inducida , poco experimentada, que nada tiene que ver con lo que necesitan las empresas, gente  cargada de teoría , pero carente de curiosidad e incapaz de pensar por sí misma, cuya seguridad radica mucho más en sus másteres que en su pasión, en sus valores y lo peor de todo, con una crisis de liderazgo fatal , gente que manda simplemente por jerarquía pero que no convence ni crea afinidades.

¿Qué podemos hacer? Pues por suerte, aún estamos a tiempo, porque la vida nunca caduca, lo más próximo sería conocernos más individualmente, conocer nuestras limitaciones y descubrir nuestra oportunidades, creer que mundo no está hecho a nuestra medida, sino que debemos ser capaces de adaptarnos y funcionar en él, y  lo más importante recuperar aquellos valores que no están tan lejos, como el esfuerzo, la capacidad de aprender a aprender, el respeto , la comunicación  y  lo más importante elegir individualmente un proyecto de vida y comprometerse, disfrutando el camino, con la esperanza de que  ello dará sentido a nuestra vida.

Vasallos y mediocres

Hoy, sin ir más lejos, miles de trabajadores de Barcelona, no han podido llegar a la hora a su lugar de trabajo, porqué la “desidia” la “incompetencia” y la despreocupación de la administración en este caso, en la gestión del Tren de Rodalias de Barcelona, no ha sido capaz de garantizar el transporte público sano y seguro en sus lineas, esta vez no han robado el cobre, ni hay avería, simplemente  un problema de humo en los túneles.

¿Y la causa? pues un incendio en unos escombros que utilizan algunos “sintecho” en una estación abandonada , la culpa, seguramente de nadie, aunque Renfe ha pedido disculpas, pero el hecho evidencia una vez más, de que vivimos en un país,  que no sabe donde va, que lógicamente no sabe gestionarse y que pone de manifiesto, que más allá de las “chulerías” de cientos de kilómetros de AVE, muchos de ellos sin ninguna justificación , que por muchos alardes en materia de hospitales o educación, los problemas de fondo y de estructura siguen siendo los mismos. ¿De que sirve tardar una hora menos para ir de Madrid a Zamora, si miles de personas no pueden recorrer una decena de kilómetros de cercanías para ir a trabajar? o ¿tener tanta infraestructura ferroviaria, si cualquier delincuente robando unos metros de cobre, puede parar una línea de transporte? ¿para que queremos un hospital con todos los adelantos, si hay colas de meses para operarse? y ¿tantas escuelas de alto nivel  subvencionadas, que cobran 1.000 euros al mes por alumno (las pagamos con nuestros impuestos, pero no podríamos llevar a nuestros hijos) , cuando miles de alumnos no tienen la oportunidad de aprender a partir de sus habilidades naturales , porque nadie se ha ocupado en primaria o secundaria de conocerlas  y dirigirlas?.

Lo malo es que la parte débil de la sociedad es la que sufre más por la ineficacia de líderes que realmente gestionen, no se puede hacer demagogia, con las cosas de comer, debería ser un delito jugar con la gente y mentir tanto. Estamos en un país que debe más que su Pib, pero que no tiene ningún problema en rodearse de instituciones que no sirven para nada y que desprecian la inteligencia de sus ciudadanos. Que poco aprendimos de la pasada dictadura y que lejos quedan los políticos de la transición, a menudo me pregunto porque no hay gente de talento en la gestión pública, quizás  la respuesta, sería que el talento y los valores necesitan desarrollarse en un entorno libre  y con sentido, y por desgracia el mundo de la política no es otra cosa que el tributo de vasallos mediocres al servicio de los cuatro años de mandato, de unas siglas o lo que es peor  del capital..

Sin educación no hay prevención

 

Nadie mejor que el artista Duchamp, para subliminar un objeto simple y natural como un urinario masculino, hasta convertirlo en arte, bautizado como “La Fuente”, una provocación del maestro de la desconceptualización y también una reflexión, sin más explicación que convertir algo tan funcional y natural en pieza de museo. Con este prólogo quiero  llamar la atención, sobre una forma de educar que casi nunca consigue los objetivos competenciales que nos proponemos, o sea, generar cambios de hábitos a partir de una teoría, ya que una cosa es enseñar y otra muy distinta es aprender.

Muchos colegas  durante años de  docencia, aspiramos a  influir en un cambio de cultura sobre la prevención, y más concretamente sobre la prevención de riesgos laborales, con la esperanza de generar una cultura preventiva, a partir de la formación, inspirando  creencias, hábitos y comportamientos sociales y laborales, que contribuyan a que todos trabajemos mejor y con mayor seguridad ; por mi parte, a través de decenas de conferencias por todo el estado y otros tantos cursos promovidos desde la Administración, como profesor, en programas de Maestría Universitaria y también en empresas y  corporaciones.

Nos hemos esforzado en la comunicación y la empatía, aplicando todas las técnicas didácticas e interactivas conocidas, tratando de inspirar la “conciencia preventiva” a partir de teoría, método y práctica que lleve a la competencia, pero me temo que no hemos conseguido casi nada, porqué al final las creencias y los buenos hábitos nacen en la familia, en la escuela y quien educa  de verdad es la sociedad y la calle.

En la vida mundana, tenemos muchas pruebas de ello, sólo hay que observar y nos daremos cuenta de la poca  cultura preventiva en todos los ámbitos, veamos algunos ejemplos: es habitual -pues los sufrimos- que mucha gente , no se duche todos los días, ni lleve consigo un cepillo de dientes al salir de casa, no es extraño, que en el bar o restaurant nos sirvan con las uñas sucias ó el pelo descuidado, mejor, ni mirar los zapatos, ni buscarle la raya al pantalón, los criterios estéticos los dejamos aparte y en lo relacional, la gente se comunica por móbiles y/o mecánicamente, pocos miran a los ojos cuando te hablan; mejor evitar algún coche vecino, cuando el conductor explora con fruición su nariz, no olvidemos el destino de algunos chiclés usados, y en los baños públicos. ¿Quién se lava las manos después de usar el retrete?. Te lo digo yo, porque algunas veces me he entretenido en contarlos, entre 1 y 2 hombres de cada 10 y a menudo van acompañados de niños ¡vaya ejemplo!. ¿ Es sólo cuestión de urbanidad ?. Me temo que es peor, es un tema de valores y éstos tienen que ver con la educación.

No me complace poner ejemplos tan desagradables, pero  parece que lo natural se nos hace extraño, y  por desgracia, lo que evidencia esta simpleza , no es otra cosa, que el fracaso de la enseñanza, pues parece que hemos obviado que vivimos en un mundo pluaral y global , en el que los que se hace individualmente trasciende al resto del grupo, pues la libertad acaba donde empieza la de tu vecino.

La educación, es un problema social, lo mismo que la salud, la higiene, o las condiciones de trabajo y debe ser un objetivo de un liderazgo con valores, como el esfuerzo, la disciplina, la puntualidad, la higiene ó el respeto y si no le damos su importancia, llegará el dia, en que seamos incapaces de convivir unos con otros.  Porque al final, lo que no cambias con la educación, no lo cambias con nada.