Claro que podemos

Claro que podemos. Por Miquel Bonet, abogado,profesor , autor de “búscate la vida”

Vivo en un país, que tiene tantos problemas, que no resulta nada difícil , hablar de cualquiera de ellos, porque finalmente todos convergen , es una situación realmente desesperante, para la mayoría de la gente, que los sufre, y aunque se haya tratado de borrar la memoria de la gente, la verdad es que para comprender el ”origen de los mismos” habría que remontarse a 1978, entonces se trataba de crear unas instituciones, una forma de gobernarnos y un sistema, que permitiera que la gente aspirara a vivir mejor que antes, pero la verdad es que nos hemos equivocado del todo y la mayoría de las empresas, tampoco se salvan, porque lo social es empresarial y viceversa, no viven uno sin el otro.

Las empresas y hablo siempre de forma general, no quieren reconocer, que han hecho mal las cosas, pues no han conseguido que la gente prospere culturalmente, sea generador de valores añadidos, o aprenda para poner su conocimiento a disposición del grupo, única forma para mejorar el conjunto de la sociedad, evolucionando hacia un crecimiento real y consolidado, porque para ello, se necesita competencia profesional y esfuerzo , por ello, no pueden absorberse una gran parte de los cinco millones de parados que hay.

La verdad , es que la mayoría de la gente que trabaja, acostumbra a cumplir justamente lo que se le pide, coopera poco con los demás y ni siquiera los estímulos, normalmente económicos, le mueven a apasionarse por lo que hacen o por la empresa para la que trabajan, hay cientos de estudios al respecto y aquellos que son objetivos, siempre dicen lo mismo, la mayoría de profesionales, se iría de sus jefes, si el mercado de trabajo, se lo permitiera y los que pueden lo hacen, muy poca gente se siente reconocida y cada vez menos, piensan que el factor humano, es un valor decisivo en la empresa, por mucho que se empeñen en decirlo.

En mi modestísima opinión, aunque avalada, por 51 años, de trabajo en puestos operativos y esencialmente en el sector de recursos humanos, he podido vivir hasta 4 crisis generales, aunque ésta es la peor, porqué arrastra un problema de valores y de confianza, claro está, pero además, es la más difícil de atajar, porqué de tanto entretenemos comparando y tapando las consecuencias con subsidios y demagogia, hemos obviado las causas.

La fuente del conocimiento de las empresas, que constituye su valor diferencial, no es otro que su capacidad de aprender y la buena gestión del talento de las personas, no consiste sólo en la tecnología o la innovación como se trata de justificar; la tecnología puede contribuir a bajar costes, a racionalizar la gestión, incluso a prescindir de puestos de trabajo, esto sí, pero cuando el modelo es malo, la tecnología lo hace peor.

Sólo hay que ver , la mayoría de universitarios, que acaban sus grados, son como zombies y se refugian en masters para completar su curriculum, sin haber trabajado nunca, sin apenas experiencia, sin que nadie les haya enseñado a vencer sus miedos, sin aprender de errores, que tampoco han tenido porque no han intentado nada y engañados, esperan que una relativa preparación académica, avalada por una universidad, que sigue programas ancestrales, que nada tienen que ver con las necesidades competenciales del mundo empresarial, les abra las puertas al mercado laboral, con sueldos de lujo.

Por una vez , creo que la mejor gente de cada organización no es otra que la que gestiona Recursos Humanos, y ellos debieran ser los portavoces de la verdad, si alguien escuchara, claro, hasta podrían desvelar que no se retiene talento, porque nadie está dispuesto a mentorizar procesos de aprendizaje, que tampoco, se va a aumentar mucho más el salario mínimo, porque siempre puedes conseguir que alguien lo haga más barato en otro sitio, que la mayoría de planes de formación contínua, no funcionan, porque ni siquiera los que los programan creen en ellos, que difícilmente hay una cultura de educación y de progreso personal, porque hace falta que alguien motive, incentive y lo haga visible con su ejemplo.

Déjense de coaching, porque sólo sirve para mejorar lo que ya es bueno y vayan a descubrir que hay de bueno y cuanto talento tenemos para desarrollar en cada organización, pues el gran obstáculo, no es otro que la falta de liderazgo.

¿Dónde están los líderes? Ó es que nos creemos que con una ingeniería y un MBA, hacemos un directivo? Ya sabeis que, el liderazgo no se puede enseñar, se puede aprender, pero para ello hace falta actitud, motivación y sabiduría y ésta bebe de los valores, pregúntate cuantas empresas, miran más allá de su ebidta ó de su cuenta de resultados, ó buscan su capital de “valores”, porque la gente trabaja por algo más, que por el salario que se le paga.

A menudo las empresas se ciegan detrás de sus ventas, sus competidores, sus créditos pendientes de clientes y se olvidan de lo que tienen en casa y de donde quieren estar en los próximos 5 años. Para acabar les cuento un caso práctico, una joven universidad, pone en marcha un Plan de alternancia laboral, para jóvenes ilusionados dispuestos a cursar un master en Prevención de Riesgos Laborales, un planteamiento que hace decenios funciona en Alemania, Suiza, Francia y otros paises europeos, la idea es simple, el alumno aprende teóricamente y también evaluamos su formación práctica en la empresa, que a su vez tiene unas ventajas fiscales etc, al final tenemos un profesional bien preparado, que podemos conocer y hasta integrar en el futuro, por tanto rentable y productivo. ¿Qué cuantas empresas aceptan esta fórmula de inmersión eficiente? Pues, aquí y ahora,casi ninguna, en Alemania, hay cola de empresas, está todo dicho. Pero no perdamos de vista que podemos salir de la crisis, claro que podemos….siempre que queramos hacerlo.