Fracaso escolar o fracaso familiar

Una comunidad  en la que la mitad de sus jóvenes no encuentra trabajo, tiene un problema o más de uno, lo que pasa es que siempre resulta más fácil justificarlo que buscar razones para resolverlo y esto es lo que está ocurriendo en estos últimos meses.

Al final se van a creer que de tanto hablar del tema, de pronto van a surgir  las soluciones, cosa que me temo que no es verdad, que no se puede jugar ni al lotería ni a las subvenciones, que con el trabajo no se jnuega y que esto es muy serio, porque los jóvenes representan el futuro del país y de nuestras pensiones, que no es poco.

Como dirían otros, sólo puedo confesar que he vivido lo suficiente para saber que no hay otra solución que crear empleo y eso sólo lo hacen los empresarios, porque los puestos de funcionario están copados y a lo mejor puede que sobren algunos, el tema no es obtener más dinero, ni pagar menos intereses por lo que nos presten otros, la clave no está en Europa, ni en la Merkel, ni en el gobierno que vendrá, ni siquiera en la añorada y necesaria”reforma laboral” la clave es tan sutil, como conseguir la “confianza suficiente” para que la gente gaste más, mueva la economía y se cree más trabajo para más gente.

Pero saben una cosa, claro que la saben, los jóvenes, están hartos, hartos de estar hartos, hartos de la mediocridad  de su entorno, hartos de tener que pedir y mendigar en la familia y en la calle lo que les corresponde como generación, se les ha vendido durante diez años, un país , una forma de vida que es mentira, se educaron pensando que con un título universitario era suficiente para ganarse la vida, que la FP, era para los menos listos y  ¿saben lo peor?

La mayoría de los jóvenes que hoy se arrastran tras el “fracaso escolar” provienen de un “nivel de vida” falso, de “mentira” inventado por la codicia de bancos y el marketing, ya que en sus  “casas” no sobraban ni el tiempo que debían dedicarle los padres, ni los medios, ni el n ivel de exigencia, simplemente a partir del 2001, apareció una  clase media “ful” que se creó al abrigo de la burbuja financiera y la facilidad para acceder a casi “todo”,  y sin otros valores más que el consumismo y la posibilidad de ganar dinero para acceder al mismo, creyeron que lo mejor era “colgar” los estudios  e intentar buscarse la vida y más de mil euros al mes en la construcción y ¿para que? Pues para comprarse “juguetes”(coche,moto,viajes etc) cenar fuera ,ir a la”disco” y gastarlos en la calle, como todo el  mundo¿Por qué iban a ser menos?.

Y ¿ahora que? Pues, que ni coche, ni trabajo, ni estudios, ni, ni….ganas de nada, se sienten estafados y tiene razón.

Esto es lo que hay y ¿soluciones’ pues, claro que me “mojo” , lo primero , más transparencia, más movilidad y más circulación de ofertas  en el mercado laboral, proporcionar todas las oportunidades radiales, en el propio municipio, al lado, en la comarca, la provincia , buscar donde hay que buscar y acudir , donde toque.

Abandonar la creencia de que el estado o alguien nos va dar trabajo, el trabajo hay que buscarlo, (…nadie va hacer, lo que tú no hagas por ti mismo)

(Búscate la vida- cerasa 2004).

La flexibilidad y la adaptabilidad deben ser las claves de la negociación colectiva, que lo sindicatos se pongan las pilas, porque pueden acabar mal vendiendo el patrimonio material y de credibilidad por el que lucharon desde el 36 y que han ganado desde el 77 hasta ahora.

La última , hay que modificar sustancialmente el sistema educativo, sobre todo a partir de la “secundaria”  o sea menos teoría y mucha más práctica, adoptar el sistema de nuestros vecinos europeos, sobre la alternancia laboral, porque sólo se aprende haciendo y los docentes lo sabemos muy bien.

Después de un período de aprendizaje primario, para desarrollar competencias y habilidades básicas, en el que se descubren los métodos de aprendizaje, ahora toca cambiar la práctica docente, “conducir el coche” o sea más práctica que teoría, hay que volver a los aprendizajes “in situ” a redescubrir la figura del mentor, olvidarse un poco de tanta “masteritis” teórica.

De la crisis, no nos van a sacar los masters, ni los rehenes teóricos del MBA , que trabajo tienen  para aguantar su puesto de trabajo, asumiendo soluciones a menudo demasiado prudentes, reprimiendo inversiones, renunciando al riesgo de emprender, despidiendo “talento” a costa del dichoso “ebita” necesitamos valentía e innovación, cambiando la forma de gestionar, pues la solución no está aplicando los métodos que nos llevaron al problema.

Hay que cambiar y para ello, hay que creérselo, si no queremos fracaso escolar, debemos conseguir que la gente sea “feliz” mínimamente en la escuela, por ello hay que formar más por competencias, acompañando en los itinerarios de cada alumno, desde primaria, porque nadie es igual que otro, ni aprende de la misma manera, debemos recuperar los valores, como el esfuerzo que lleva a la “meritocracia”, fomentar más competitividad en las escuelas y en la academia, no hay que permitir que triunfe la mediocridad, el poco esfuerzo, la fragilidad teórica ó la demagogia, porque entonces nadie  va a competir.

No queremos gente que sepa hacer “buenos pelotazos”  sino profesionales capaces de generar valor y ejemplo en lo que hacen,  que sepan competir en un mundo global, dispuestos a trabajar y a disfrutar del saber. Si queremos cambiar fracaso por “éxito escolar” empecemos a tratar a nuestros hijos y alumnos como  adultos y responsables de su futuro , ya que al fin y al cabo, ellas y ellos deben garantizar el nuestro.