La otra “generación perdida”

La otra”generación perdida”. Por Miquel Bonet, Dtor del Programa de Competencias de Universitat de Bacelona.iL3.

Los que me conoceis ya sabeis que no soy para nada, sospechoso de agorero ni pesimista, sino más bien todo lo contrario, siempre procuro hacer de la coherencia mi virtud y mis críticas, normalmente dirigidas al poder, tampoco responden a revanchismo de clase, ni mucho menos a este socialismo de “tebeo” que se practica por aquí y que nada tiene que ver con los conceptos de igualdad, fraternidad y libertad, que responden a las legítimas aspiraciones de esta revolución que nunca llegó a España.

Como quiera que en verano, sobran dragones y culebrones,  acaba de saltar una nueva alerta por parte de UGT( Vanguardia,13/08/10), sobre la que ya se denomina  como” generación perdida“,rebautizados como los “ni-ni, jóvenes que ni estudian ,ni trabajan.

Hasta hace poco los de la mía, nacidos entre los 40 y 50, creíamos que este término nos correspondía, porque teníamos la “fácil aspiración” de superar a nuestros padres que se recuperaban de una guerra civil y que educamos a nuestros hijos para que disfrutaran de cierta libertad que se nos negó en la infancia y de una educación que les abriera oportunidades para prosperar y mejorar en calidad de vida.

Lo que ha pasado es que a alguien se le fue la mano en eso de la calidad de vida, y llegamos a esta “degeneración” actual, cuyos datos aterrorizan, ya que, entre los jóvenes de 19 a 24 años, un 23,1 % está en paro y la mitad ni estudia ni trabaja y los que lo hacen sufren en un 45 % contratos temporales, no quiero marearte con números pero los datos son ésos.

Es más, este amplio colectivo que ni estudia , ni trabaja: comen , visten, se desplazan, gastan y se divierten, sin aportar nada a la sociedad, siendo un problema para sus familias y la sociedad, pero lo peor de todo, es que no saben lo que quieren hacer, ni hacen nada para formarse, la mayoría se convierten en auténticos “virreyes“de su casa, vampirizan a los padres, sobre todo a la madre, gastan lo que no tienen con alguna complicidad familiar, sustituyendo su mínima autoestima  con el consumismo precoz ó aislándose en la electrónica y apurando las noches con los amigos, para ocultar la absoluta soledad y falta de afecto, o sea, dedicación familiar, que es una de las claves del problema.

¿Qué va a pasar cuando los progenitores, vayan al paro? O ¿cuando se asomen a los 30 y ya no puedan alargar más su juventud?, pues si nadie lo evita, se sumaran a las clases pasivas, sin estrenarse y sin que ningún Estado pueda soportarlo.

Todo se paga tarde o temprano y este viaje inacabable a  la Disneylandia de cartón,que se inció hace menos de 10 años, en los que algún político hasta se atrevió a  autoproclamarnos como potencia mundial, se acabó. Todo era mentira, dependemos del sol que trae turismo, del precio del petróleo y del ESPUERZO, con mayúsculas de los que trabajan de verdad y crean valor añadido.

Por favor, los que tengan el poder, dejénse de demagogia, recuperen el aprendizaje en los oficios,  apoyen al empresario que es el que da empleo, apliquen la meritocracia en la educación y en mundo laboral, si quieren ser europeos, tomen el modelo calvinista, den un poco de confianza alas familias, para que los padres, hagan de padres y colaboren con los maestros en educar a  los hijos, desarrollando todas sus competencias, pero sobre todo con trabajo y actitud, dejen de pelearse entre ustedes señores de la política y aprovechen los recursos públicos que pagamos todos, para que haya más eficiencia y productividad en la administración, porque las crisis no se resuelven subiendo impuestos , sino trabajando más.