Comienzan las vacaciones con una buena noticia laboral, ya solo tenemos un 20 por ciento de trabajadores en paro, aunque nos tememos, que de nuevo la estadística, nos aleja de la realidad, porqué mientras la gente empieza a llenar las carreteras para meterse en alguna playa abarrotadas o invadir cualquier pueblo que antes fue rural, la realidad es que este radicalismo de derechas o izquierdas sigue borrando la seguridad de la gente de a pie,pues nadie sabe si en los próximos años seguirá trabajando o cobrando pensión, ni siquiera si su voto ha servido para que “sus” políticos ganen en sentido común, además de la pasta y las prebendas que en todo caso les seguimos pagando por no ser capaces ni siquiera de escucharse un poco.
Europa, el mundo, la sociedad, la religión, los principios y casi todo está en crisis, aunque por suerte, los excesos de sol, de sangrías, de paellas y de juerga no lo están, ni tampoco , los pokemons radiales, que arrastan a multitud de jóvenes ociosos en tantas ciudades y mientras medio mundo está en guerra, el otro trata de huir de ella, miles de niños buscan entre la basura algo para sobrevivir o mueren de hambre al tiempo que los demás, juegan con su Tablet, desde los 7 años.
El país sigue sin gobierno y en el imperio más poderoso de la tierra un hombre de carisma facha le disputa el poder a una mujer que un dia fue cornuda de lujo, todo un espectáculo mediático, que evidencia sin duda la vulgaridad y la mediocridad de estos tiempos.
De economía mejor ni hablar, porque la digitalización y la tecnología sólo han dado alas a la especulación, los bancos locos por prestar dinero al consumo y en vez de apoyar proyectos emprendedores, alimentan una economía frágil, basada en inventar bienes y servicios, para venderlos a gente que no los necesita, aumentan los ricos al mismo ritmo que se empobrecen los humildes y los mensajes de concordia, solidaridad y entendimiento, siguen quedándose en simples promesas, mucha demagogia y poca verdad.
Y nosotros aquí esperando liderazgos imposibles, pues nadie quiere la responsabilidad, pero yo sigo en mi obstinación, manteniendo viva la esperanza de que cada vez manden más mujeres, pues sospecho que son más humanas, empáticas y conciliadoras y con esta premisa puede que no llegue el dia en que algún loco bajito, se le ocurra apretar el botón rojo y acabe con todo, o nos mate el aburrimiento, la verdad es que no estoy seguro de que todo lo que estamos buscando, justifique lo que nos estamos perdiendo.