Verdades y Mentiras

Escribo esta columna desde un día de Sant Jordi, que nunca es uno más para los catalanes, pues recordamos el amor a nuestra pareja (no, San Valentín) y como símbolo regalamos una rosa de sangre y también un libro , para dejar el testimonio de la profesión de amor , porqué los libros nunca caducan y mientras alguien los lea renacen  al instante. Como aquí seguimos con el vicio de compararnos con Madrid, ahora mismo se están dando de ostias entre VOX y Podemos defendiendo modelos opuestos en teoría pero que tienen el mismo fin, o sea ocupar una poltrona de la Comunidad, léase sueldo casi vitalicio y manejar un poco la riendas del poder que es como una tómbola en la que siempre hay premio, bueno los catalanes  tampoco nos diferenciamos mucho de este casto propósito porqué seguimos sin gobierno desde hace……años, total para qué , si todo funciona mediocremente , como casi siempre, pero no vamos a engañarnos, seguimos en manos de mediocres , porqué el pais en general, es mediocre y lo somos todos , pues, cuando 1/3 de los ciudadanos está viendo por televisión los despojos, desvergüenzas y estupideces de los herederos de una familia cuyos protagonistas ya murieron, en vez de escuchar a sus hijos, leer un poco o simplemente entretenerse en buscar el sentido de sus vidas,  preferimos distraernos en las miserias de otros , quizás porqué así olvidamos las propias.

La gente no quiere creerme cuando les cuento que nos cuesta hasta pensar y por eso nos rendimos fácilmente a las fórmulas del forfait, que nos vendan lo que sea, que alguien nos lo arregle porque nadie se pone al mando de su vida , naturalmente que todos sabemos que los políticos nos mienten, y también la publicidad, los medios y a menudo hasta la gente próxima, pero aceptamos que “mentir” no es pecado, porqué estamos en un pais católico y aquí la palabra dada, es nada y cada uno va a su bola , lo hemos visto durante la pandemia, cada comunidad se ha columpiado con los científicos y de los políticos mejor ni hablar, porqué han evidenciado sus  limitaciones en la gestión.

El tema católico no es retórico claro está, yo lo comparo con la denominada moral protestante , que representa lo contrario o sea dar credibilidad a la verdad y aborrecer a los mentirosos, Kant decía “no hay mejor política que la honradez” pero cuando la mentira  forma parte de un sistema de vida, y la máxima aspiración ciudadana consista en intentar que el estado resuelva la vida de todos, cuando el ocio es la mayor aspiración de una mayoría, cuando la gente está obsesionada en trabajar lo mínimo y jubilarse lo máximo, entonces, quizás sea mejor no obsesionarse y no esperar demasiado del entorno, para dedicarnos a la felicidad personal y convertirla en una especia de pandemia “buena”que contagie a los nuestros y los que vengan detrás, pues, que si pueden y quieren ya lo arreglaran , o no; feliz primavera de verdades.