Los jóvenes y la libertad

A las puertas de tres elecciones , me vienen a la cabeza pensamientos extraños, como por ejemplo, porqué la gente que ha demostradado que sabe gestionar en las empresas no se dedica a la política y no serà por falta de vocación  porque para muchos de nosotros servir a os demás, liderar, organizar, mentorizar y trabajar significa también realizarnos, desarrollar nuestras competencias y construir una cociedad para nuestros jóvenes más libre.

Desconozco como les va en otros paises, pero doy fé que en este país no hemos estado muy afortunados en la elección de estos conciudadanos que deberían gobernarnos y las consecuencias están en la calle : hasta siete leyes escolares en los últimos 35 años, descontento generalizado incluso  con uno de los mejores sistemas sanitarios del mundo, especulación permanente en la vivienda, desajustes gravísimos en infraestructuras, con cientos de kilometros de AVE y de autovias de dudoso aprovechamiento y aún sin un corredor para todo el mediterráneo que nos conecte con Europa y encima , escándalos , corrupción y más cosas.

Lo mejor sin duda de este país es sin duda , esta juventud que debe ser el futuro y la consecuencia del trabajo de todos  los ciudadanos de a pie, que resistimos y laboramos ,sin perder este optimismo  tan latino, que nos permite pintar cada dia la vida con los colores de la esperanza y claro está, los millones de autónomos, profesionales y pymes, que suman más del 90 % del PIB, aún teniendo en cuenta la poca ayuda y en muchos casos la nula empatía de la mayoría de políticos  mucho más preocupados por aguantar en la silla que en rendir cuentas a sus votantes.

Por suerte no funciona así el mundo laboral, pues, sin iniciativa personal o cultura emprendedora  seguiríamos en el tercer mundo. No quiero repetirme con los problemas de la falta de liderazgo y la mediocridad evidente, pero nos estamos metiendo en la cuarta revolución industrial y la mayor parte de nuestros jóvenes, siguen desorientados  sin proyecto de vida ye n muchos casos adquiriendo conocimientos convencionales, que difícilmente podrán validar como competencias en el futuro, porque hay muchos currículums de grado que han olvidado que el único sentido del aprendizaje consiste en ser eficientes  y congruentes con el conjunto de la sociedad , por tanto convertirlo en talento y conocimiento útil.

A menudo imagino esta transición hacia el siglo XXI como caminar por un alambre, tratando de avanzar para evitar el precipicio  con la misma metáfora del “corto plazo” a la que me refería hablando de políticos y me niego a creer que no seamos capaces de reinventar-nos y recuperar de alguna forma los valores que nos llevaron  hasta este relativo bienestar que disfrutamos, el camino sería tan sencillo como recurrir a la educación, en un proceso que incluya padres, profesores  y gente de a pie y conste que no es una quimera, hay que recuperar toda esta humanidad que nos hace personas, pues, para dominar la digitalización, debemos  ser los protagonistas, asumir la responsabilidad  y comprometernos individualmente .Nuestros milenials dudan del futuro porque nosotros  que somos su presente no cumplimos  la obligación de construirlo con nuestras decisiones, ni tampoco  ponemos los medios para actuar con ética sobre pilares sólidos pues  regalamos el  voto sin exigir nada, obviamos que nuestro compromiso consiste en ayudarles a superar el miedo de la incertidumbre para que puedan recuperar la confianza en sí mismos.