Sabios y libres

Un ilustre cordobés llamado Séneca, padre de nuestra filosofía y precursor del análisis de las conductas humanas, este hábito casi inaudito hoy, más allá del trabajo de los psicólogos y  la manipulación del neuromarketing, afirmaba en su Espitulae 32,4  hace veinte siglos que “la sabiduría es la única libertad”, supongo que por esta razón los que entonces tenían el poder limitaron la instrucción del pueblo para así poder someterlos y  también inventaron las pirámides sociales y la discriminación, que sigue vigente en la actualidad.

Desde la libertad que me permito como observador del mundo de la empresa, después de medio siglo de aventura en este escenario y quizás como venganza a estos calores estivales, refresco mi mente, llamado las cosas por su nombre y no dejo de pensar con cierta “perversión” que el modelo educativo actual, casi nunca prioriza la inspiración hacia el auténtico saber, limitándose a la instrucción-normalmente por via memoria teórica- que permita obtener competencias aplicables en los futuros puestos de trabajo.

Naturalmente, el simple placer del saber, conocer o descubrir queda relegado a los vocacionales, científicos o investigadores, porque ni la simple impartición de docencia requiere más capacidades contrastadas que la obtención de grado, con algún postgrado adicional  y quizás el acceso a una oposición, sin pasar por una evaluación constante sobre la capacidad pedagógica del sujeto, como ocurre en otras profesiones  y al final todo se reduce al simple azar, dependiendo de la actitud, el compromiso y lo que denominaríamos “profesionalidad” del maestro o técnico.

Aunque todos sabemos que sólo se aprende haciendo y seguramente a partir de hacerlo mal, lo cierto es que estamos rodeados de un entorno mediocre, el poder sigue en manos de un número reducido de personas bendecidas por el capital, la mayor parte de la clase trabajadora cumple simplemente para obtener un salario a cambio de unas horas de trabajo y la ausencia de liderazgo inspirador limita su compromiso con el proyecto alineándose al de su jefe. Por otra parte, hay  personas que un día descubrieron su talento, que además tuvieron la fortuna de encontrar en su infancia unos padres, que tuvieron tiempo para escucharlos, que supieron prescindir del  estos nuevos “chupetes-tablet-tele”, y maestros que les ayudaron a descubrir aquello que podrían hacer mejor para sí mismos, con algo de fortuna y el ingenio para emprender su proyecto o vender bien su talento aportando soluciones a los demás.

Recuerdo que en mi etapa ejecutiva se decía que la formación cuesta dinero, pero no hacerla es muchísimo más caro y probablemente los resultados están aquí mismo, muchas empresas que no supieron reinventarse ya no existen, otros tantos directivos que no se actualizaron más de lo mismo y esta realidad es tan profunda que trasciende a la vida de nuestra sociedad y para ello les dejo con una sencilla reflexión: Les suena aquello de “fracaso escolar”? y lo de las “crisis matrimoniales”? y el auge de las “prejubilaciones”? como no las modernas enfermedades como el “burning” el “estrés”,la “ansiedad”? a que sí. Probablemente todo está conectado, porqué es difícil que fracase alguien que está motivado por lo que aprende. Cuando hay proyecto de vida, confianza y respeto tenemos algo que ofrecer al otro para que una familia funcione, reinventarse y aprender cada dia, supone adaptación y solo las empresas ciegas jubilan talento-también las hay-y por último si te sientes reconocido y lo que haces tiene sentido y puedes mejorar la vida de otros, seguro que disfrutarás.