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Cerebros y máquinas

Puede ser que una de las certezas de ésta era digital  nos haga pensar que la “dictadura de las máquinas” nos está relegando a un rol de esclavitud, nos hablan de decadencia de nuestra civilización tal como la conocemos  y el pesimismo nos atrapa a todos; observamos a los políticos con sus disputes y su mediocridad, la superficialidad humana mostrada detrás de una pantalla, todo nos lleva a un empobrecimiento  como humanos  y podemos creer que estamos perdiendo la batalla contra las máquinas.

Por fortuna, nuestra eterna capacidad transgresora  y la necesidad –muy humana y latina- de llevar la contraria, me permite individualmente tener esperanza, gracias al neurocientífico alemán Henning Beck, autor del libro “la verdad es inútil” (Ed.Ariel)  y que califica de estúpida la obsesión por la perfección , aunque improvisamos, y convertimos en ventaja , los defectos” y sigue ,” gracias a nuestros errores, hemos ido a la luna y erradicamos la viruela” porque gracias a la creatividad somos flexibles y  nos adaptamos, mientras que un ordenador antes de cometer un error, simplemente “se cuelga”.

Que bien y que consuelo para todos , aunque me sorprende que los genios de Oxford, digan que el cerebro  es lo que realmente nos hace humanos, yo humildemente tengo dudas, me cuesta creer que alguien con cerebro, sea capaz de condenar a una persona que se dedica a salvar vides en el mar,  tampoco entiendo la falta de sentido común  de la justicia en tantos casos de corrupción o violencia social, las matanzas  de seres vivos mujeres y niños en nombre de una creencia, incendios de millones de hectáreas de bosque en la amazonia, la extinción de las ballenas, el abandono de un animal doméstico, la violación de niños  ó la exclusión de los sèniors  en puestos de trabajo a los que dedicaron la mayor parte de su vida.

No sé cuanto cerebro y humanidad, hay en estas empresas que no son otra cosa que máquinas de producción, propiedad de un fondo, con engranajes diseñadas funcional mente con el único propósito de atrapar consumidores más allá de pensar en las necesidades reales de la gente. Ahora la guerra está por el talento según dicen, se pre-jubila conocimiento  y competencia contrastados  para cambiarlo por talento potencial, las empresas pasan de valores a formularios, planes estratégicos y raports, ya no se espera que nadie innove demasiado a excepción de los que son contratados para ello  y se paga por “no pensar”, por hacer tareas rutinarias, tampoco los grandes bancos tienen “persones” que miran, escuchan y comprenden; conozco sucursales en las que un empleado suple a cuatro, no sé si ésto es optimizar.

AL final parece que se ha roto la cadena del sentido de la vida , ¿como esperan que alguien se sienta realizado  estudiando una carrera, si acaba llenando Excels o controlando  ratios de productividad? O es que nos creemos que se puede cambiar la naturaleza humana, comprando a la gente con  una casa que siempre será menos de la que desea,  ó un coche eléctrico, un crucero a ninguna parte  o el último modelo de tablet? De verdad alguien piensa  que hemos nacido para pasarnos media vida trabajando en algo que no nos gusta y el resto del tiempo jugando  con nuestro portátil o cuidando un musculoso cuerpo que envuelve un alma infeliz?  Puedes programar una maquina para aprender, pero solo la persona sabe comprender. Me resisto a creer que todo se reduzca a “eso” ,los moteros decimos que “mucha gente camina junto a tí, pero nadie lo hace por tí”, En fin , aún estás a tiempo, si te has perdido varias veces no importa , al final encontrarás tu camino si usas bien tu cerebro y escuchas el corazón.

La Logosofía

Sigo pensando que la principal tarea que tenemos los que de alguna forma ejercemos la docencia consiste en dar las herramientas y si es posible el empujón para que cada persona sea capaz de tomar el rumbo de su vida, con todo lo que eso comporta de visión y esfuerzo por parte de cada uno, a menudo nos empeñamos en “llenar” de conocimientos a nuestros alumnos , obviando cuál es su objetivo vital  y que sea feliz mientras lo está realizando.

En los años 30, el pensador Bernardo Gonzalez Pecotche, hablaba de la logosofía , algo muy simple y que consiste en la obligación de conocernos los suficiente para decidir el destino de nuestra vida, algo tan obvio como infrecuente.

Millones de personas trabajan en nuestro mundo próximo sin saber porque se levantan por la mañana para hacer alguna tarea, está claro que les lleva una inercia, una rutina o un sinfín de obligaciones heredadas o construidas, familia, hijos, hipotecas, ocio o necesidades, pero es triste ver como se sienten “empujados” en proyectos que no les van, a menudo porque no saben y otras muchas veces porque no les interesan, ni están preparados para ello y las consecuencias son terribles para el resto de la sociedad.

Es un problema sobre el que he reflexionado muchísimo en los últimos 20 años coincidiendo con la expansión de la era digital y me preocupa no tanto, por los millones de empleos que van a desparecer a cambio de la robótica, ya que eso es inevitable, aunque sin duda se crearán nuevas oportunidades, como ocurriera en las tres revoluciones industriales anteriores, pero el problema real es que la falta de decisión sobre los proyectos vitales personales, no sólo van a condicionar la vida de los individuos, sino a la propia comunidad, no vamos a construir un mundo mejor  con gente desmotivada, que no sabe que hacer con su vida y fácilmente manipula bles por el marketing y la economía.

La única solución frente a esto sería anticiparse y focal izar las consecuencias de este desastre anticipado, no quiero ser peyorativo, pero sólo se me ocurre empezar por la educación, porqué es el único camino como en todo, para cambiar las cosas. Se repite que en el mundo de la empresa falta talento, pero las organizaciones están formadas por las mismas personas que están en la calle y “talento” existe, aunque está mal gestionado desde el principio porqué a  casi nadie se le ocurrió preguntar a un niño que se está formando, como desea que sea su vida de adulto, nadie, o muy pocos educadores, observan, analizan, preguntan y acompañan al menos hasta el paso siguiente a la pubertad ayudándolas a descubrir sus auténticas competencias profesionales.

Es cierto que el mundo no funciona de forma deseable y todos vivimos el futuro con cierta preocupación por el clima, las guerras, el hiper-consumo y la falta de valores, es verdad que en nombre del consumo, el marketing y la codicia, la humanidad parece desnaturalizarse, pero las personas somos la esperanza siempre que seamos capaces de crear sistemas educativos, leyes, organizaciones que encarnen un conducta ética y ésta decisión amiga/amigo mío depende de cada uno de nosotr@s y ¿sabeis porqué? Pues porque en el fondo mi generación, los baby boom y la siguiente hemos construido y/o permitido el mundo que tenemos hoy y si no nos gusta siempre podemos cambiarlo, pero para ello como propone mi amigo y colega  Javier Martinez , hay que reflexionar con mirada crítica, sistematizar y transformar los malos hábitos y sobre todo compartir.

 

Sabios y libres

Un ilustre cordobés llamado Séneca, padre de nuestra filosofía y precursor del análisis de las conductas humanas, este hábito casi inaudito hoy, más allá del trabajo de los psicólogos y  la manipulación del neuromarketing, afirmaba en su Espitulae 32,4  hace veinte siglos que “la sabiduría es la única libertad”, supongo que por esta razón los que entonces tenían el poder limitaron la instrucción del pueblo para así poder someterlos y  también inventaron las pirámides sociales y la discriminación, que sigue vigente en la actualidad.

Desde la libertad que me permito como observador del mundo de la empresa, después de medio siglo de aventura en este escenario y quizás como venganza a estos calores estivales, refresco mi mente, llamado las cosas por su nombre y no dejo de pensar con cierta “perversión” que el modelo educativo actual, casi nunca prioriza la inspiración hacia el auténtico saber, limitándose a la instrucción-normalmente por via memoria teórica- que permita obtener competencias aplicables en los futuros puestos de trabajo.

Naturalmente, el simple placer del saber, conocer o descubrir queda relegado a los vocacionales, científicos o investigadores, porque ni la simple impartición de docencia requiere más capacidades contrastadas que la obtención de grado, con algún postgrado adicional  y quizás el acceso a una oposición, sin pasar por una evaluación constante sobre la capacidad pedagógica del sujeto, como ocurre en otras profesiones  y al final todo se reduce al simple azar, dependiendo de la actitud, el compromiso y lo que denominaríamos “profesionalidad” del maestro o técnico.

Aunque todos sabemos que sólo se aprende haciendo y seguramente a partir de hacerlo mal, lo cierto es que estamos rodeados de un entorno mediocre, el poder sigue en manos de un número reducido de personas bendecidas por el capital, la mayor parte de la clase trabajadora cumple simplemente para obtener un salario a cambio de unas horas de trabajo y la ausencia de liderazgo inspirador limita su compromiso con el proyecto alineándose al de su jefe. Por otra parte, hay  personas que un día descubrieron su talento, que además tuvieron la fortuna de encontrar en su infancia unos padres, que tuvieron tiempo para escucharlos, que supieron prescindir del  estos nuevos “chupetes-tablet-tele”, y maestros que les ayudaron a descubrir aquello que podrían hacer mejor para sí mismos, con algo de fortuna y el ingenio para emprender su proyecto o vender bien su talento aportando soluciones a los demás.

Recuerdo que en mi etapa ejecutiva se decía que la formación cuesta dinero, pero no hacerla es muchísimo más caro y probablemente los resultados están aquí mismo, muchas empresas que no supieron reinventarse ya no existen, otros tantos directivos que no se actualizaron más de lo mismo y esta realidad es tan profunda que trasciende a la vida de nuestra sociedad y para ello les dejo con una sencilla reflexión: Les suena aquello de “fracaso escolar”? y lo de las “crisis matrimoniales”? y el auge de las “prejubilaciones”? como no las modernas enfermedades como el “burning” el “estrés”,la “ansiedad”? a que sí. Probablemente todo está conectado, porqué es difícil que fracase alguien que está motivado por lo que aprende. Cuando hay proyecto de vida, confianza y respeto tenemos algo que ofrecer al otro para que una familia funcione, reinventarse y aprender cada dia, supone adaptación y solo las empresas ciegas jubilan talento-también las hay-y por último si te sientes reconocido y lo que haces tiene sentido y puedes mejorar la vida de otros, seguro que disfrutarás.

 

La línea de la izquierda.

 

Tranquilos que no va de política, aunque lo queramos o no, forma parte de la vida, pero me gustaría darle otra perspectiva a lo que sería el margen Izquierdo que siempre está presente, quiero recordar que en mis clases de ortografía ya nos familiarizamos con este espacio que debíamos dejar en la hoja de papel para iniciar y seguir las frases con cierta armonía, después los diestros, nos fuimos enterando que teníamos menos habilidad con la mano izquierda, en mi caso y como futbolista practicante casi de por vida, mi pierna menos mala fue la izquierda.

Nos situábamos a la izquierda para proteger y acompañar con el brazo a nuestra pareja y en la mili nos sonaba la “alineación izquierda” para numerar-nos y no digamos nada del “cero a la izquierda” porque se remueve nuestra autoestima, en los números romanos, sirve para restar, a los ingleses, obstinados por ir de contrario, es el carril normal, pero en las carreteras nacionales se adelanta por la izquierda y  también se te “cuelan “por ahí, cuando estás guardando cola  esperando una salida o en un embotellamiento , yo le llamo la línea de los “listos” muy común en este país que nunca aprendió que la democracia consiste en limitar tu libertad donde empieza la del vecino.

Este era el tema metafórico del que quería hablar, pues en el mundo de la empresa como en la vida real, todos buscamos atajos y a menudo las cosas no se hacen bien precisamente por esto. Nos quejamos a menudo de la escasez de talento, de la enorme mediocridad de mucha gente que se dice profesional, de la escasez de mandos intermedios, incluso de la falta de preparación de los políticos que nos gobiernan o que lo hacen ver, pero si lo analizamos de forma muy simple, el problema está en los “atajos”, en esta dichosa línea de la izquierda por la que “colamos” desde las recomendaciones, a los trasvases de cursos en secundaria y no digamos en la mayoría de programas de postgrado, por esta dichosa “titulitis” que parece ser la culminación de una autoestima “plastificada” creyendo que representa el pasaporte al éxito prefabricado.

Cuando nos planteamos la falta de talento, no reparamos que el talento – que todos tenemos en alguna medida- es un conjunto de habilidades y conocimientos, que solo surge y crece cuando se “riega” con la actitud y mucha práctica, o sea, dedicación, repetición y esfuerzo. Muchas veces los educadores, padres ,docentes o responsables, no nos damos cuenta que al facilitar que un alumno pase de curso en curso sin haber aprobado, por tanto sin buenos “cimientos” en realidad, en vez de ayudarlo, lo estamos empujando hacia su propio fracaso porque jamás conocerá su auténtica medida, no debe extrañarnos que esta “otra” sobreprotección en realidad es tan perversa, que impide a muchos jóvenes desarrollar su capacidad real para resolver problemas y posteriormente llegará a frustrarles.

La vida no debe verse como una cadena de atajos, sino como un camino hacia el crecimiento personal a partir del desarrollo armónico de cada uno que le permita descubrir sus competencias y que a la vez le orienten en aquellos campos en los que se sienta más a gusto, simplemente porque está más dotado para ello. No tengo la menor duda que si en el inicio de la formación nos preocupáramos de acompañar a cada niña o niño a fin de que descubra en que puede ser competente, esto sí, con mucha “mano izquierda” el resultado al final sería, conseguir mejores profesionales, preparados de verdad en lo suyo y capaces de sumar en una sociedad que necesita humanizar la tecnología para que esté al servicio de todos y no justo al revés.

Un-futuro-para-los-transgresores

En los últimos años, les han cambiado muchas veces el nombre, son los herederos del Jefe de Personal , que causaba cierta preocupación en las empresas que podían tener esta función, porqué a menudo les tocaba ser portadores de noticias no siempre  buenas(despidos, reajustes, reducciones de salario o de horas extra-muy necesarias para llegar a fin de mes- , después el nombre se jerarquizó-en apariencia-y se rebautizaron como Directores de Personal, para pasar a las denominaciones de Director de Recursos Humanos, o el más moderno de Directores de Personas, también con cierto aire snob  Directores de Desarrollo de Personas o algo así.

La profesión gano prestigio cuando ocuparon puestos en el Comité de Dirección, o de Estrategia, llegando a integrarse en muchos casos en los Planes de crecimiento de las empresas, muy al lado de las Finanzas y la Dirección ejecutiva, por tanto vinculados a Negocio, claro está que esta función se ha ido mutando con los años y también su contenido, centrado mucho más en el rol de portador de “competencias”, siguiendo la base taylorana del trabajo (persona-función) pero con el aditivo de la versatibilidad de las personas y de la gestón del talento aplicada a cada función.

Aunque no lo digan, hay mucha gente, que pretende “cargarse” de plano la función de Recursos Humanos, con la excusa e que la dirección real de personas debe ejercerla el líder team, el responsable de área y cosas así de absurdas, como si estuviéramos tratando a la empresa como una simple unidad de producción y a las personas como unidad de coste, bueno no se sonrojen mucho, porque hay muchos que no lo dicen pero lo piensan.

A mi entender la gente de Recursos Humanos, es decisiva para emprender el futuro, porqué es capaz de tener la sensibilidad para poder inspirar el cambio en las organizaciones y yo les digo a mia queridos amigos y colegas, que ellos deben sr los auténticos “transgresores” ante un orden tan incierto como el propio futuro, porqué todos estamos en manos de la digitalzación, la robótica está a la orden del dia y curiosamente según David Wood, que sabe mucho de eso, es precisamente en el país con una de las manos de obra más baratas del mundo, en donde la robotización está creciendo con pasos de gigante.

Pero, precisamente ante éstos cambios en la forma de trabajar, el papel de la persona, su conocimiento, su talento y actitud , sólo se desarrollará si consigue por una parte “una formación adecuada a las necesidades actuales, quizás ya no existirán ciclos de grado de 4 años, porque en este tiempo habrá cambiado la necesidad del mercado, algo más, la luha por el talento se hará cada vez más evidente, por la necesidad de las empresas de ser competitivas , simplemente para sobrevivir y más cosas, recordemos que el “cerebro” va donde se siente “bien querido”, por tanto, la gente decisiva creará “engagement” en empresas cuyo branding les aporte valores y por último, para tener los mejores ,hay que saber seleccionar mujeres y hombres, hay que formarlos, atraerlos, retenerlos, gestionar sus emociones y retribuirlos adecuadamente en dinero, especies y/o opciones de futuro y quien puede hacer éso

 

 

Master-de-Recursos-Humanos-en-la-Universitat-de-Lleida

De nuevo hemos tenido el honor y el placer de impartir varias clases para la II promoción del Master Dual de RRHH en Lleida, con un grupo fantástico de alumnos con los que hemos compartido experiencia y practica sobre COMPETENCIAS, LIDERAZGO,TALENTO y como no, herramientas para Captar Talento y provcar en ENGAGEMENT, fundamental para empresas que quieren ir por delante en la gestion de personas

Talento-para-quien-sabe-retenerlo.

 

Hace algunas semanas, hablábamos en estas mismas páginas de la guerra por el talento, un tema que sorprende  en un país con 3,5 millones de parados y con cientos de miles de prejubilaciones “ a saco” fomentadas desde grandes empresas que solo ven a las personas como “unidad de costo”, sin embargo, el simple hecho de reconocer que existe el  talento, ya es una novedad, y si además alguna empresa apuesta por ello, entones es una maravilla.

Pero hay más,porqué una ciudad española, Bilbao, es la segunda ciudad del mundo, después de Zurich, más capaz de retener talento, que bueno no? Quién lo iba a decir que además de pinxos, xiquitos, pistos y una  gastronomía excepcional, la renovación de la ría, el Gughengeim  y sobre todo, el calor humano de su gente, se  convierta en  una ciudad “super” atractiva según el Indice de Competitividad Global en Retención de Talento, la educación, la sanidad también tienen que ver y como no, las oportunidades laborales y la calidad.

La verdad es que la gente y con ella, su conocimiento, su capacidad, su competencia y su buen hacer, acaba yendo donde se siente valorada y está claro que cuando no hay valores , ni cultura ni reconocimiento, sólo queda la rutina  en la que esconde su mediocridad mucha gente  preocupada a su vez por no destacar, ni mejorar, para  eludir la responsabilidad de comprometerse y tener que tomar decisiones.

A veces les digo a mis alumnos y a la gente más joven que yo, que se atrevan a salir a la luz, que se olviden de los miedos, que afloren su humanidad, que se dejen conocer, que no teman todo eso que no entienden y que se resistan a ser simplemente “recursos” humanos, pues es mejor sentirse como humanos con recursos, también que sean capaces de generar valores emocionales, disfrutando de lo que hacen, porque esto es percibido por los demás y no puede ser copiado ni mucho menos digitalizado, por mucho que se empeñen el marketing y la logística  en tratarnos como volubles consumidores y cautivos de la satisfacción inmediata.

Todos tenemos determinado talento ¡Queda claro! , de lo que se trata es de conocerse lo suficiente para descubrir como és  y que podemos hacer con lo que tenemos, ver nuestras capacidades, distinguir las limitaciones y ser capaces de desarrollarlo y ofrecerlo al servicio de aquellos que puedan disfrutarlo, pienso que debemos renunciar a este paradigma que nos hace devotos del culto egoísta y renunciar a esta realidad que el exceso de tecnología impone un mundo de solitarios con i.phone , pues por muy conectados que estemos y por muchas redes sociales en las que proclamar nuestros hábitos vitales, que seguro que de verdad no interesa a nadie, sería mejor apuntar hacia un paradigma holístico, en el que cada uno forme parte de un todo y que nuestro talento sirva a nuestro”vecino”, porque seguro que “tú tienes lo que a mi me hace falta” se trata de pasar de la competitividad a la cooperación, sólo eso.

Las empresas no deben ser un refugio de empleados que alquilan su tiempo a cambio de un salario, sino un proyecto común de colaboración en los que la suma de los talentos individuales y de  sus valores, determinen un diferencial , que pueda ser atractivo para todos, a los de dentro porqué encuentran un sentido al levantarse por la mañana y los de fuera, o sea  “los clientes”porqué descubramos que es mucho más importante, el servicio “humano” que hay detrás de un producto, que éste por sí mismo. Puede que un dia , la guerra por el talento, se convierta en la guerra por ser más felices ¿Qué és una utopía? Puede ser, pero sin utopía no nos queda siquiera la esperanza.

Nuevo-Curso-sobre-Buscar-trabajo-2017

Una nueva promoción de alumnos de la Universidad de Barcelona, han seguido mi Curso sobre “el trabajo de encontrar trabajo” en esta semana, organizados por el SAE y con el apoyo del SOC.

IX Jornadas internacionales de RRHH

Hemos hablado de “liderazgo ético” en el Congreso de RRHH en Girona, en el que han participado entre otros Randstad,Manpower,Adecco,Infofeina,Foment,Ajuntament de Girona etc y ponentes como Inma Puig, Carlos Cubeiro, Mª Angeles Tejada entre otros, con una participación de 160 inscritos

Se-nos-ha-ido-Bauman

 

No me gusta nada empezar el año con malas noticias aunque sea el mal que todos los días , sin que nos acostumbremos del todo, pero si duda, el fallecimiento de Sygmund Bauman, ha significado, algo así como, si nos amputaran un poco de esta esperanza a la que nos aferramos algunos ilusos que creemos que con nuestra pequeña labor cotidiana y convirtiendo en valor lo poco que hacemos, podemos cambiar algo el estado de las cosas.

Conocí a Bauman, en una de sus escasas visitas a Barcelona y más allá de sus reflexiones, su simple presencia y su carisma envuelto en un halo de tolerancia y compasión, que apuntalaba mis creencias en este mundo utópico en el que debiera prevalecer, cuanto menos el sentido común, este hombre interpretaba el momento actual con una sabiduría y un sentido común únicos, comunicaba de forma fácil, sutil, discreta, evitando la vanalidad y con la mayor sencillez desnudando la verdad simple.

En un momento en el que todo el mundo se cree capaz de vender ideas, productos , servicios o simples frases empaquetadas en teorías bajo formas tan complejas como, conferencias, libros, cursos a los que llaman, sin pudor, desarrollo personal, formación o incluso masters; cuando todo el mundo invoca la figura del liderazgo, precisamente porque no abunda y en una situación en que la densidad de la comunicación, supera con creces la calidad de la misma, el referente de Bauman significaba una dosis de aire fresco y un sorbo de agua fresca que aliviaba este empacho teórico, analizando y explicando con humildad y realismo este momento de la historia al que él mismo denominaba como los tiempos líquidos.

El siglo de la tecnología está siendo muy cruel con los filósofos verdaderos, de la misma forma que se rechaza a la gente capaz de pensar o analizar, porque ello equivale a perder el tiempo y paradójicamente en el mundo empresarial se  contrata a la mayoría de profesionales para que sean sólo “aplicadores”, valoramos sus competencias para resolver cosas, buscamos comprar talento, pero ignoramos a aquellos que aman el saber, a menudo ni siquiera sabemos descubrirlos, porque tenemos métodos sólo a corto plazo y cuando formamos, priorizamos la materia que creemos mostrar, antes que el aprendizaje, creemos tener lideres inspiradores y solo tenemos jefes mediocres, naturalmente nuestros objetivos son económicos, pero olvidamos que las personas, no trabajan sólo por dinero y a menudo nos perdemos el talento que entra en muchas corporaciones en forma de becarios o de seniors, porque no queremos dedicar el tiempo para paramos a escucharlos y conocerlos.

Este sistema y esta forma de dirección, muy común a muchas corporaciones, puede resultar válido para optimizar costes y recursos humanos a corto plazo, pero impide que los profesionales con los que trabajamos, encuentren un auténtico sentido de vida en lo que hacen y se vayan; la razón es que casi nadie se siente ubicado y seguro en el mundo actual. Precisamente la licuidad de la que hablaba Bauman, es la ausencia de estructuras sociales, la falta de valores sólidos o la pérdida de la individualidad como consumidores, para él, la sociedad no era otra cosa que una red, más o menos social, internet, un espacio universal y las personas somos simples testigos y/o víctimas de los planes económicos y las estrategias de marketing de un mercado que necesita nutrirse del consumo para sobrevivir.

Bauman, nos recordaba lo que somos y lo que podemos perdernos por renunciar a nuestros propios proyectos vitales, por ello, todas las personas que no nos sentimos satisfechas por las desigualdades del mundo, por el funcionamiento macroeconómico, por la mala distribución de las oportunidades, por las discriminaciones de género, de edad o de lo que sea, porque aborrecemos el exceso de frases bonitas , consejos o libros de autoayuda sin experiencia práctica, todos nos sentimos huérfanos ya que nos faltará  alguien, que simplemente nos recordaba, que la verdad sólo necesita mostrarse.