Posts tagged carisma

Ahí viene la plaga

“No hace falta que veas el camino, sólo el próximo paso”, algo así decía Luther King y no es sólo  una frase, sino una actitud frente a la vida, más allá de las estrategias y mentiras que conviven con nosotros. Dicen que al perro malo todo son pulgas, pero no me vale, porque no hay perros malos, los habrá descuidados, hambrientos o maltratados, pero el juicio para discernir entre lo bueno y lo malo, es simplemente humano y las “pulgas” van donde quieren aunque prefieren  la suciedad, algo parecido a la conciencia de esta gente que está sacando provecho de esta plaga a la que no le “..le gusta bailar”, yo prefiero plaga  que es más realista que pandemia, aunque no se coloquen mantas rojas, ni se purifique el aire a cañonazos como hace siglos, pero por fortuna los creyentes mantenemos la esperanza sin perder el realismo.

Me extrañaba un poco que no saliera el baile de intereses económicos que hay detrás de las consecuencias de la Covid, lógicamente no podemos saber si se ocultan también en la causa, porque no nos lo van a contar y está claro que el oro, sigue siendo el ilustrador de la codicia humana, esta vez, en forma de la subasta sobre las vacunas, demostrando que todas estas cosas bonitas que nos cuentan sobre la empatía, la solidaridad, el respeto a la naturaleza o los derechos humanos, no resiste más allá del papel, no hace falta ser abogado para poner puertas a las leyes, basta poner a prueba la verdad para que se diluyan las promesas que pierden su inocencia cuando hay que cumplirlas, porque la realidad no hace trampas .

Como decía mi carismático amigo Ignacio, todo el mundo vive de lo que combate y no hace falta ser político  para comprobarlo, porque  la base de los conflictos tiene que ver con que todos quieren tener la razón y cuando está en juego la supervivencia, no existe causa mejor, incluso para este “virus” que a su manera también quiere vivir, claro que él no entiende de economía y sólo pretende perdurar igual que nosotros pero seguramente es más inteligente tiene claro su objetivo moral, sabe mutarse mejor que estos youtubers de cartón se  aprovecha de nuestros descuidos, influyendo en nuestras vidas, le basta un poco de aire, el calor del aliento, posarse en un mueble, una fruta y llegar a cualquier parte de nuestro cuerpo y acompañarnos en un viaje letal para muchos congéneres  dejándonos el cruel aviso de nuestra vulnerabilidad y la inutilidad de nuestra tecnología a menudo demasiado superficial porque nos impide pensar y además emborrona nuestra conciencia evidenciando la ilimitada codicia, humana , pues no hacen falta guerras para especular cruelmente con la vida de la gente, es suficiente con robarnos unos a otros la esperanza , como esta guerra por las vacunas.

Al final apareció el marketing perverso  a lomos de la mal denominada economía de mercado que sólo existe en los gráficos, ya que los mercados, los precios o incluso los postores siempre son manipulados y no sirve quejarse, tampoco los políticos que elegimos y que tampoco sabían gestionar la pandemía- porqué no aprendieron- y así armonizar salud y economía, pero  aquellos  que hemos soportado experiencias críticas, tenemos la obligación  de resistir y además inspirar a nuestros vecinos para que hagan lo mismo, evitando el sufrimiento de negocios, empresas, familias y personas, pues el sentido de nuestra existencia no es otro que estar juntos para empujar el carro frente a esta adversidad, hay que vencer el miedo dando la cara y con valores ,me refiero a trabajo, esfuerzo, sacrificio , actitud y mente clara para discernir, sin dejarse arrastrar por los medios, por los discursos  vacíos, Chomsky dice que hay que superar la plaga neoliberal depredadora, creo que lo mejor que podríamos aprender de esta plaga sería aspirar a través de nuestra actitud y con nuestro trabajo, para reinventar un mundo nuevo en el que prevalezca la justicia, la emancipación y más igualdad entre todos.

Se nos fue Moncho

Para los que no lo habeis conocido, pues la verdad, lo siento porque os habeis perdido  una declaración permanente de amor, destilada con un gusto extraordinario por uno de los mejores intérpretes del bolero, de todos los tiempos y con esta fuerza única que sabía imprimir a las emociones regada por su sangre gitana.

Un homenaje muy humilde por mi parte

, pero necesario en unos momentos en que el mundo se ha vuelto tan loco por ser conocido a través de las redes sociales , que ha llegado a olvidar que lo más importante es convertirse en alguien que vale la pena conocer.

Quizás la única receta que no va a caducar , muy a pesar de esta revolución imparable del 4.0 y con tanta digitalización, sea precisamente el lenguaje del amor , porque sobrevivirá a los sueños que no llegarán nunca a construirse si no se han abonado con esta confianza , complicidad y volubilidad que sólo  podemos sentir cuando amamos.

De la misma manera que nadie va a sobrevivir a la muerte porque forma parte de la vida, la declaración de amor es lo único que nos hace humanos , todo lo demás son números , aritmética de lo imposible, convertida en “ebitas” , en listas imposibles de consejos de administración rendidas a algo que se denomina capital, pero que no tiene cabeza, ni piensa, ni limita más allá que el egoismo que contribuye a esclavizarnos.

Alguien puede concebir un liderazgo que no ame a las personas a las que inspira? o bien ¿donde esconde su carisma la digitalización? lo peor es que nos reconocemos en este mundo superficial e informatizado, en el que las estructuras y los valores se han desvanecido frente al poder del consumismo global y en el que  todo parece subliminado al único dios imposible que no es otro que internet, podemos vivir sin un abrazo, podemos ignorar las caricias pero no damos un paso sin un smart phone.

Y frente a todo éso, sólo nos queda escuchar las frases del alma envueltas en la música, como si fuera el mejor refugio para tomar aire y conseguir un poco de fuerza para enfrentarnos a la vida y aunque la sencillas frases de amor no sean más que un pequeño bálsamo, cuanto menos nos invitaran a cerrar los ojos y así poder imaginar que el mundo sería un camino mucho mejor cuando alguien nos ofrece la mano para recorrerlo juntos.

Se-nos-ha-ido-Bauman

 

No me gusta nada empezar el año con malas noticias aunque sea el mal que todos los días , sin que nos acostumbremos del todo, pero si duda, el fallecimiento de Sygmund Bauman, ha significado, algo así como, si nos amputaran un poco de esta esperanza a la que nos aferramos algunos ilusos que creemos que con nuestra pequeña labor cotidiana y convirtiendo en valor lo poco que hacemos, podemos cambiar algo el estado de las cosas.

Conocí a Bauman, en una de sus escasas visitas a Barcelona y más allá de sus reflexiones, su simple presencia y su carisma envuelto en un halo de tolerancia y compasión, que apuntalaba mis creencias en este mundo utópico en el que debiera prevalecer, cuanto menos el sentido común, este hombre interpretaba el momento actual con una sabiduría y un sentido común únicos, comunicaba de forma fácil, sutil, discreta, evitando la vanalidad y con la mayor sencillez desnudando la verdad simple.

En un momento en el que todo el mundo se cree capaz de vender ideas, productos , servicios o simples frases empaquetadas en teorías bajo formas tan complejas como, conferencias, libros, cursos a los que llaman, sin pudor, desarrollo personal, formación o incluso masters; cuando todo el mundo invoca la figura del liderazgo, precisamente porque no abunda y en una situación en que la densidad de la comunicación, supera con creces la calidad de la misma, el referente de Bauman significaba una dosis de aire fresco y un sorbo de agua fresca que aliviaba este empacho teórico, analizando y explicando con humildad y realismo este momento de la historia al que él mismo denominaba como los tiempos líquidos.

El siglo de la tecnología está siendo muy cruel con los filósofos verdaderos, de la misma forma que se rechaza a la gente capaz de pensar o analizar, porque ello equivale a perder el tiempo y paradójicamente en el mundo empresarial se  contrata a la mayoría de profesionales para que sean sólo “aplicadores”, valoramos sus competencias para resolver cosas, buscamos comprar talento, pero ignoramos a aquellos que aman el saber, a menudo ni siquiera sabemos descubrirlos, porque tenemos métodos sólo a corto plazo y cuando formamos, priorizamos la materia que creemos mostrar, antes que el aprendizaje, creemos tener lideres inspiradores y solo tenemos jefes mediocres, naturalmente nuestros objetivos son económicos, pero olvidamos que las personas, no trabajan sólo por dinero y a menudo nos perdemos el talento que entra en muchas corporaciones en forma de becarios o de seniors, porque no queremos dedicar el tiempo para paramos a escucharlos y conocerlos.

Este sistema y esta forma de dirección, muy común a muchas corporaciones, puede resultar válido para optimizar costes y recursos humanos a corto plazo, pero impide que los profesionales con los que trabajamos, encuentren un auténtico sentido de vida en lo que hacen y se vayan; la razón es que casi nadie se siente ubicado y seguro en el mundo actual. Precisamente la licuidad de la que hablaba Bauman, es la ausencia de estructuras sociales, la falta de valores sólidos o la pérdida de la individualidad como consumidores, para él, la sociedad no era otra cosa que una red, más o menos social, internet, un espacio universal y las personas somos simples testigos y/o víctimas de los planes económicos y las estrategias de marketing de un mercado que necesita nutrirse del consumo para sobrevivir.

Bauman, nos recordaba lo que somos y lo que podemos perdernos por renunciar a nuestros propios proyectos vitales, por ello, todas las personas que no nos sentimos satisfechas por las desigualdades del mundo, por el funcionamiento macroeconómico, por la mala distribución de las oportunidades, por las discriminaciones de género, de edad o de lo que sea, porque aborrecemos el exceso de frases bonitas , consejos o libros de autoayuda sin experiencia práctica, todos nos sentimos huérfanos ya que nos faltará  alguien, que simplemente nos recordaba, que la verdad sólo necesita mostrarse.